Creed

Hace un tiempo atrás, cuando empecé a leer que Creed no era una secuela cualquiera de una franquicia gastada y repetida, tomé mi pascualina y anoté en un rincón. “Ver Creed”.  Hartas semanas después – por que se demoró ene en llegar – partí a verla. Dos horas después quedé más que satisfecho, la espera valió la pena y terminé con una mayor esperanza en el futuro del cine universal.

Qué pedazo de película es Creed. La historia, lo típico pero con un vuelco un poco más entretenido. El hijo no reconocido de Creed quiere brillar por mérito propio en el mundo del boxeo, por lo que acude a Rocky, la leyenda ya retirada para que lo ayude. Hasta ahí, lo mismo que Rocky V, que es nefasta y horrible. El tema es que aquí, no entra la tontera de que la fama, la industria ni nada. Esta película se mueve solo por el honor, el peso del pasado, la búsqueda personal y por sobretodo el cómo enfrentar paso a paso lo que venga. Un lema simple pero más que bien llevado. Los tres personajes principales, Rocky, Adonis Creed Johnson y su pareja Bianca a pesar de ser simples y con motivaciones bien sencillas, están muy bien tratados y dejan de lado la sensación de estereotipos idiotas.

Esta película se mueve por un tema de superación y garra, que deja de lado y casi como un complemento los rivales a vencer y cuáles son sus rollos. “Creed” sorprendentemente tiene muchos guiños pequeños a la saga que tanto me gusta y disfruté en el pasado, pero sin caer en lo melodramático y latero, más bien aterrizar todo lo fantástico que uno vió en el pasado y traerlo a los tiempos modernos, y también al cine moderno, las tomas y el seguimiento de las peleas es más cercano, intenso. Todo el trabajo de cámara te involucra mucho más tanto en la acción como en los conflictos de los personajes. Encontramos en Rocky a una persona cansada, con mucha sabiduría pero también desolado y sin esperanza en el futuro. Una faceta que es inteligente y hace que nuestro héroe de los 80s sea aún más querible y cercano.

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Sin caer en spoilers innecesarios, me gustó mucho Creed. Y a pesar que Stallone se ha llevado muchas críticas positivas, nominaciones y premios incluso por interpretar a su querido “mejor amigo” como le llama, el gran mérito de lo fabuloso que llegó a ser esta película es en gran parte de Ryan Coogler. el director y escritor de esta refrescante nueva “Rocky” que rescata del pasado el romanticismo por el boxeo, la acción, Filadelfia y las historias sencillas de superación.

Como bonus. Ojo que Coogler es el director de Black Panther, una de las próximas entregas del Marvel Cinematic Universe. Desde ya la dejé anotada en otra hoja de mi pasculina para el futuro 😛 

Firewatch

De la mano de Campo Santo, un equipo de desarrollo salido de Tell Tale Games, llega después de años de desarrollo Firewatch, un juego digital que me llamó la atención en primera instancia por su delicada estética, sin embargo,  después de haber disfrutado de su historia – que no dura más de 4 horas – puedo confirmar que no es solo un “juego bonito”. Hay mucho más en sumergirse como guardabosque de un bosque de Wyoming, la historia, los diálogos, la intensidad y por sobretodo la madurez del tratamiento de los conflictos de esos días de verano hacen que sea una gran e intensa aventura.

Con una introducción muy simple pero intensa, nos metemos en el personaje de Henry, un hombre de 40 años que después de unos problemas personales decide tomar un trabajo de verano en donde su único contacto con el mundo es una radio que comunica con Delilah,  su jefe y guía. Es esta relación la columna y base de nuestra aventura, desde conocer y compartir el ambiente, el trabajo y también las personalidades de ambos nos lleva guía paulatinamente a un adorable relación que enfrenta un fascinante e inesperado misterio que a lo largo de 70 días iremos desenvolviendo y saboreando.

Los diálogos y actitudes que uno elige a pesar que son del tipo “elige tu propia aventura” son todas viables y con respuestas consistentes, la dirección de arte es fabulosa, todo el lugar aunque no es gigantesco está creado y desarrollado con mucha atención al detalle y cuidado. Es imposible no parar y admirar los paisajes rojizos del atardecer, una fogata en medio de la noche o las vistas hacia un de árboles gigantescos que se pierden en el horizonte.

Un muy bonito e intenso viaje, donde solo puedo declarar que valoro el atrevimiento y entrega por llevarnos en un paseo donde además de lo hermoso del paisaje, son las situaciones inteligentes y profundas de personajes bien elaborados y humanos lo que me hace atesorar estas 4 horas por un buen tiempo.

Bonus track. El soundtrack es increíble tb! 😛

Deadpool

Acabo de salir del estreno de la película de Deadpool, en una época donde el género de los superhéroes en el 7mo arte está más que saturado, complicado y hasta tedioso, salgo con una gran sonrisa de lo que a mi parecer es una redención del género. Es claro que la Fox no tiene el equipo, enganche ni “universo cinemático” que Disney con las franquicias de Marvel, pero valoro mucho su atrevimiento al lanzar una película con un Deadpool más cercano a lo que es su cómic en vez de apostar por un público más infantil.

Deadpool es desenfadado, violento, burdo y con un humor negro es lo que logra que los fanáticos lo sigan y respeten, y eso es tal cual lo que logra Ryan Reinolds con esta “nueva oportunidad”, no se me ocurre otra palabra más certera que “redención”. Después de Green Lantern o incluso la participación en Wolverine Origins, todo hacía ver que la Fox no tenía vuelta… sobretodo después del bodrio y catástrofe que resultó ser Fantastic Four. uff.

La película comienza gustando, las escenas de acción son claras y precisas, los efectos ayudan sin que todo se vea CGI, el ritmo y como se desenvuelve la historia de Wade es constante y graciosa. Es un gusto el poder pasar fácil 30 minutos seguidos surfeando risas, guiños y acción de la buena, esa que entretiene. Hace tiempo que no veía algo tan light, idiota y divertido. Lo más cercano a ello, es la genial Guardians of the Galaxy, y eso es bueno. Me gustaría empezar a desligarnos de grandes películas donde “todo converge”, o pequeñas historias que “influyen en un universo más grande”. Aquí aunque hay un guiño con X-Men, no hay nada épico, no existen actos que vayan a cambiar el universo y eso es a mi gusto, refrescante y fue todo un acierto que un personaje como Deadpool fuera el que se pudiera burlar de el estado del género de superhéroes. Un mérito que ya lo había hecho por años en los cómics, hoy siento que se traspasó al cine de una manera astuta sin aspirar a mucho más que entretener.

Mención aparte a Morena Baccarin que es un highlight por si mismo. Finalmente, el guiño post créditos casi me saca una lágrima de emoción al ver semejante guiño a una de las películas más icónicas de los ochentas.